Vengo de una familia, en la que las mujeres siempre han trabajado. Mis dos abuelas siempre han sido mujeres trabajadoras, al frente del negocio, al igual que mi madre, abogada de vocación y empresaria. Son mujeres trabajadoras y valientes, que han hecho y hacen lo posible por sacar a la familia adelante, y de eso es un claro ejemplo mi hermana, Paula.
Recuerdo cuándo decidimos abrir La Botigueta de la Cort Reial. Conversaciones telefónicas con la familia, sobre todo con mi padre (él siempre me ha dicho que el mundo es de las mujeres) estábamos confinados, y decidimos que era el momento de realizar un cambio. ¡Nos gustan los retos! Y aquí estoy, casi tres años después, contenta y con las mismas ganas que el primer día.
Pero no ha sido hasta que he sido madre (justo hoy 8 de marzo hace año y medio), que me he dado cuenta de que las mujeres somos increíbles, y que todo lo que nos propongamos lo conseguiremos, y si no es así, habremos luchado hasta el final.
Mi día a día es un no parar, dentro de una sola Carlota, viven muchas diferentes: mamá, mujer, amiga, deportista, emprendedora, etc.!
Me levanto a las seis y media para ir a correr o al gimnasio. Me propuse correr una media maratón, y ¡lo conseguí! Llevo a Nil a la escuela infantil, y hago todo el trabajo que comporta el día a día en casa (intentamos que sea mitad y mitad). Trabajo todo el día en la tienda, y de lunes a sábado (Si, conciliar es complicado, esto ya lo sabemos todas las que somos mamis), aparte de estar de cara al público, también llevo las redes sociales, selecciono las colecciones, creo el contenido gráfico, escribo en el blog, etc.
Además, me gusta dedicar tiempo a mis amigas, aunque sea un café rápido, y a mi pareja, Albert, que siempre me anima con todos mis retos y dice que lograré todo lo que me proponga.