Esta técnica suele relacionarse con el estilo hippie de los años sesenta, y sus patrones incluyen desde flores hasta rayas y triángulos, en todo tipo de combinaciones de colores.
De esta manera, el crochet es sinónimo de alegría y buen tiempo, y se ha convertido en un tejido indispensable en el fondo de armario de cara a verano.
Hemos sido testigos de su popularidad en el famoso festival de música de Coachella. Artistas, modelos e influencers han apostado por alguna prenda de ganchillo: desde chalecos hasta sombreros y bolsos.