Porqué asociamos el tweed con la famosa marca Chanel
Coco Chanel y el Duque de Westminster, se conocieron a mediados de los años 20, y según cuentan, empezaron una relación amorosa.
Bendor, como era conocido el duque, era el hombre más rico de Inglaterra, pero aún así era un amante de lo simple y lo clásico en cuanto a vestimenta, no era para nada ostentoso.
Coco y el duque solían salir a pescar, a jugar al golf o a dar paseos en bote, y ella cogía prestadas las prendas deportivas de su amante, como pantalones, chalecos y sus chaquetas de tweed. Así fué cómo la diseñadora conoció este tejido, y decidió adaptarlo al vestuario femenino, ofreciendo a las mujeres las cualidades de este tejido.
Como hemos comentado antes, el tweed es un material áspero y pesado, así que Coco propuso hacer tweeds más livianos. Y aunque le costó convencer a los escoceses, al final lo logró, y en 1924 la famosa diseñadora introdujo por primera vez este tejido en su colección, que mandaba hacer a una fabrica escocesa.
A finales de los años 20 ya se empezó a utilizar en abrigos, trajes de día, ropa deportiva y en muchas otras prendas, y otros modistos también lo empezaron a utilizar. Pero Coco fue la precursora de esta moda, y por eso el tejido se convirtió en un sello distintivo de la maison.
A principio de los años 30 se trasladó la producción a Francia, y se empezaron a mezclar las lanas con fibras artificiales para conseguir tejidos más suaves, con cuerpo y fáciles de llevar en el día a día.
Des de entonces, este tejido se convirtió en un clásico de la firma Chanel, reinventándose cada temporada.