Seguro que muchas ya habéis escuchado o leído sobre el Fast fashion y el Slow fashion, pero aún y así voy a empezar este post explicando un poco que son cada uno de estos dos conceptos.
¿Qué es el Fast Fashion?
El termino fast, en inglés, significa rápido, es decir, que definimos la moda rápida como un modelo de producción masiva, normalmente a bajo costo, y en muy poco tiempo, y en consecuencia, de poca calidad. Consiste en un recambio constante de los productos en las tiendas, fomentando así el consumo compulsivo, con prendas nuevas todo el tiempo. Todo esto, sin medir los efectos medioambientales que comporta, con el uso abusivo de los recursos naturales fomentando la contaminación. Y también promueve la precarización de los trabajadores, cobrando, estos, unos sueldos bajísimos.
¿Qué es el Slow Fashion?
Al contrario que fast, slow significa lento. En este caso, nos referimos a moda lenta. Este concepto, surge de la necesidad de cambiar las problemáticas generadas por el Fast Fashion, intentando crear una moda más sostenible con el medio ambiente, así como con sus trabajadores.
Normalmente las marcas y tiendas de ropa y zapatos crean dos colecciones por año: primavera-verano y otoño-invierno. Pero el Fast Fashion, que ha inundado durante años nuestros armarios, igual que las calles de las ciudades de todo el mundo, ha roto con este esquema, creando colecciones cada pocos días, y buscando la novedad constante, y en gran volumen de producción. En las tiendas se aplica el método de rotación, es decir, cambiar las colecciones y que haya ropa nueva constantemente.
Fue en 2013, con el hundimiento del edificio Rana Plaza en Bangladesh, cuando el mundo empezó a plantearse la repercusión del Fast Fashion en la calidad de vida de esos trabajadores, con sueldos pésimos y condiciones precarias. (Os dejo link aquí donde se explica lo que pasó ese 24 de abril de 2013).
Además, y no menos importante, del aspecto medioambiental. Según la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarollo (UNCTAD), la indústria de la moda es la segunda más contaminante del mundo, representando aproximadamente el 10% de las emisiones globales de carbono y casi el 20% de las aguas residuales. Para confeccionar prendas de ropa se utilizan recursos como el agua, y energía.
Así que nosotras nos sumamos a una moda sostenible, de Slow Fashion, un modelo basado en la ética, la responsabilidad social y ambiental, y la búsqueda de calidad de las prendas.
Como dice la revista Vogue: la moda rápida apunta a la producción y al consumo desenfrenado, en cambio la moda lenta nos invita a desacelerar y a contemplar la belleza de cada prenda, dándole valor a la calidad por encima de la cantidad.
Y hasta aquí nuestro post sobre el Fast y el Slow Fashion.
Espero que, como yo, te sumes a la moda consciente.
Nos vemos en el siguiente post!:)
#DuransistersLovesThePlanet #SlowFashion
Carlota Duran